Pierrette, la madre de las esculturas

Mientras dure el cierre del Museo Pablo Gargallo ponemos en marcha la sección #Gargalloabierto  con publicaciones de contenidos exclusivos del Museo Pablo Gargallo como comentarios de las piezas, el audiovisual principal, el proceso de creación de una escultura o la historia del edificio.

Hoy queremos comentar la historia que hay detrás de la piezas “Maternidad” y «Pequeña Maternidad» realizadas por Pablo Gargallo en 1922 y 1931 respectivamente.

La maternidad es una iconografía muy recurrente en las artes plásticas a la que Pablo Gargallo acudió en varias ocasiones con su obra, fundamentalmente en dibujos y en esculturas de pequeño formato. Como casi siempre que un artista trabaja una misma imagen múltiples veces, es posible observar los diferentes tratamientos y recursos plásticos con los que acomete la representación del tema, y así ocurre en concreto con dos maternidades expuestas en el museo.

Pequeña maternidad, Pablo Gargallo, 1931. Museo Pablo Gargallo (Foto: Pedro J. Fatás)

La primera en la que centramos nuestra atención es Pequeña maternidad, realizada en 1931. En esta obra, Gargallo utiliza una representación figurada tradicional en la que deja muestra una vez más de su habilidad para sintetizar los volúmenes y rasgos. Los dos cuerpos se entrelazan creando una composición dinámica, abierta, y al mismo tiempo un espacio de intimidad, exclusivo, como requiere la escena.

Maternidad, Pablo Gargallo, 1922. Museo Pablo Gargallo (Foto: Pedro J. Fatás)

La segunda obra es Maternidad, creada en 1922 con un planteamiento formal completamente opuesto. En estos años Pablo Gargallo está trabajando con un material novedoso, el plomo, y al mismo tiempo experimenta con la representación invertida de los volúmenes. Lo que en la figuración tradicional se representa convexo, con la luz resbalando por su superficie, él lo recrea en un rehundido cóncavo que recoge y concentra esa misma luz. Corresponde al espectador de la obra identificar esos volúmenes que ya no tienen materia física y completarlos de alguna manera. El escultor, aún con una composición más frontal, consigue igualmente crear esa intimidad entre los cuerpos, sobre todo con la unión de las cabezas y las manos en contacto con el cuerpo opuesto.

Desde el punto de vista formal son dos esculturas prácticamente opuestas, pero ambas tienen un origen común: el nacimiento de Pierrette Gargallo en 1922, única hija del artista y de su mujer Magali Tartanson. Cabe pensar que estas pequeñas maternidades ya no son el acercamiento de un escultor a una iconografía típica del arte, sino la recreación de una escena cotidiana, familiar, vivida en primera persona.

Bibliothèque Kandinsky, MNAM/CCI, Centre Pompidou – Dist. RMN-Grand Palais

La presencia de Pierrette en la obra de su padre no se puede decir que sea alta más allá de estas maternidades y que utilizara sus piernas como modelo para varias figuras, como ella misma reveló. Sin embargo, su importancia posterior no puede ser mayor.

Es gracias a Pierrette y a los recuerdos de sus primeros doce años de vida entre las esculturas de su padre, a los que retornó en innumerables ocasiones, que conocemos la mayor parte de los detalles personales y del proceso creativo de Gargallo.

Pierrette observando Maternidad en el Museo Pablo Gargallo (Esther Casas.Heraldo de Aragón)

Y una vez desaparecido este en 1934, y luego Magali en 1959, Pierrette dedicó el resto de su vida a la obra de su padre, abandonando incluso sus propias aspiraciones artísticas. De alguna manera, al igual que Gargallo le dio la vuelta a los volúmenes, la niña acabó convirtiéndose en la madre que cuidó, difundió e hizo crecer las obras que había visto nacer, con el mismo mimo que cualquier madre con su bebé.

Pierrette y Pablo en su casa de la calle Parque Montsouris, 3. París, 1931

Esta semana, el 29 de marzo se cumple un año de la desaparición de Pierrete, añorada en el que es su museo. Siempre resulta fácil hacer interpretaciones a posteriori, pero en algunas fotografías de Pablo Gargallo y Pierrette, si se observa su mirada cómplice, parece que se están diciendo mutuamente: yo te cuidaré.

La próxima semana otra entrega de #Gargalloabierto

Y recuerda #ZCulturaencasa #quedateencasa #yomequedoencasa

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